Es una obra que fue adoptada como símbolo por la Asociación Internacional de Ciudades Mensajeras de Paz (IAPMC). La base de la escultura representa el símbolo del infinito como recordatorio de las posibilidades de la humanidad. Es también la proa de un buque que avanza al encuentro de su destino: “La Paz”. La columna está formada por una serie de trazos escalonados, que se superponen para construir la unión de ciudades mensajeras de la Paz. Se proyecta hacia adelante, en busca de justicia y libertad. Unas placas parecen desprenderse en su parte posterior; como si al hacerlo, se liberara de atavismos y prejuicios. En la cima se encuentra una paloma: “La Paloma de la Paz”. Está representada por dos manos humanas, en actitud protectora. Flotando en medio de ellas, se encuentra un elemento que significa: El átomo, nuestras ciudades, nuestro planeta, el universo, nuestro ser y nuestra esencia. Vista desde arriba proyecta una sombra de paloma. La forma y el contenido de esta escultura, fueron pensadas con él propósito de crear conciencia de que la Paz, está en nuestras manos. Para lograrla, el mundo deberá enlazarse en una cadena de ciudades hermanas, que luchen y se manifiesten a su favor, como una posibilidad de alcanzar la anhelada Paz, ya que la Paz del Mundo está en Nuestras Manos.